
27/1/21
Ateneo Grand Splendid Buenos Aires

5/1/21
2020: El año que vivimos en peligro
1.
Crónicas desde el encierro (o de cómo la vida nos cambió de un modo inesperado)
En una de sus tantas canciones inolvidables Rubén Blades acuñó una frase que se hizo famosa y que ya debería estar considerada patrimonio de la humanidad: “La vida te da sorpresas…sorpresas te da la vida”. Y este año que pasó mas que nunca tuvimos la posibilidad de experimentar la veracidad de cada una de las palabras de aquel pegadizo estribillo caribeño. Pero lo cierto es que lejos del calor del caribe y de los momentos de placer que los viajeros saben atesorar en aquella región, los primeros días del otoño porteño trajeron una noticia que parecía difícil de creer no solo por el alto valor de surrealismo que portaba en su esencia sino también por lo inesperado: el mundo entero había sido atacado por un virus desconocido y las cifras de muertos e infectados habían hecho saltar las alarmas de la Organización Mundial de la Salud bautizando a la tragedia como “Pandemia”.
Desde aquel chiste de Mafalda en el que la conocida Susanita se jactaba de que los
problemas mundiales a la Argentina no le afectaban porque “por suerte el mundo
quedaba tan lejos” esta vez no era cierto y
nuestro país, en pocos días, comenzó a registrar los primeros contagiados provenientes de algunos de los
países europeos en los cuales la tragedia ya había mostrado su cara más feroz.
En pocos días nuestra realidad cambió notablemente y la gran mayoría pasamos a
estar en un confinamiento que al principio creímos momentáneo (algo que no
sucedió ya que al momento de escribir este
artículo cuento en nuestro haber mas de nueve meses de encierro) pero que, con el paso del tiempo y el agravamiento de la situación, nuestros hogares se parecieron cada vez más a una celda de lujo y el mundo exterior, ese que antes podíamos recorrer a gusto con total libertad, ahora parecía una escenografía antigua que esperaba ser desarmada
después del final de un rodaje.
23/9/17
Fotorreportaje: La Place de la Concorde de París
En otro posteo prometo hacer un listado con las plazas más importantes, pero en esta oportunidad, quiero compartirles este fotorrreportaje de la que - a mi parecer- es la más bella de todas las que se puede visitar en la ciudad: la Place de la Concorde, o de la concordia en español. De fácil acceso (se encuentra estratégicamente ubicada en el corazón mismo del "Ile de la cité") y enmarcada nada menos que por el Museo del Louvre y el Arco de triunfo (al otro lado del recorrido de los Campos Elíseos) la plaza es, además de uno de los iconos obligados por turistas, una obra de arte maravillosa y uno de los sitios donde la historia ha dejado una huella para la humanidad.
La plaza fue creada entre 1757 y 1779 en agradecimiento a que Luis XV salvara su vida luego haber padecido de una grave enfermedad. Por entonces no era ni por asomo tal cual como se la ve en la actualidad, y tuvo que pasar mucha agua bajo el puente hasta convertirse en la que es hoy. Diez años después de haberla construido y de haberse convertido en un lugar de visita para los franceses de entonces, la emblemática Revolución de 1789 la tiñó de sangre ya que en ella se ubicaron las guillotinas con las que se ejecutó cerca de 1200 personas, entre ellos Luis XVI y María Antonieta.