A menos de una hora de tren y declarada por la UNESCO como Patrimonio de la humanidad en 1995, la pequeña ciudad de Sintra es una verdadera gema que nadie debería perderse cuando se planea una estadía en la capital portuguesa.
La localidad es una pequeña villa de cerca de 30.000 habitantes que se encuentra enclavada entre montañas y rodeada de verdes valles que la hacen única dentro de la geografía peninsular. Pero además de los vestigios de las murallas de antaño y un par de castillos que en la actualidad se encuentran abandonados en el medio del paisaje, Sintra es la caja en la cual reposan dos de las maravillas arquitectónicas de la cultura lisboeta: el Palacio da Pena y el Palacio de Sintra, ambos muy diferentes pero testigos de un pasado regio como nunca más se volvió a ver en la historia del país.
Para una buena visita al lugar es necesario destinar un día completo, ya que si bien el Palacio da Pena puede recorrerse tranquilo en un par de horas también vale la pena pasar un tiempo extra en el casco histórico de la ciudad que es tan pintoresco como interesante. Si dividen el día en dos y destinan una mitad para cada uno de ellos, al final de la visita habrán vivido una experiencia inolvidable y se llevarán para sí un recuerdo imborrable.
1. EL COLORIDO Y EXCÉNTRICO PALACIO DA PENA: EXTERIOR/DÍA
A medida que vayan subiendo por la ladera verán algunos de estos castillos que se encuentran perdidos en medio de los valles que circundan la zona y que aún hoy guardan celosas las murallas que en épocas pasadas sirvieron de defensa ante ataques exteriores.
Con el avance en el ascenso irán viendo cada vez mas nítidas y cercanas las cúpulas y las torres coloreadas del Palacio da Pena. Aprovechen ese momento para tomar fotografías ya que a medida que se avanza en el camino el edificio parece modificar sus formas y los colores se van tornando de diferentes tonalidades (y si les toca un día de sol como el que tuve la suerte de experimentar el día que fui ni les cuento). Una vez que tengan esta vista que aparece en la fotografía no duden en hacer varias tomas y les recomiendo que se queden un rato observándolo ya que en el tramo que sigue, si bien estarán cada vez más cerca, ya no tendrán esa vista panorámica con la fisonomía completa del castillo tal cual como aparece en las guías o en las postales.
Algunas de los tramos del camino les van a resultar algo extraños extraños, como esta escalera vegetada y llena de musgos que me hizo acordar a los paisajes que Lewis Carrol imaginó para el maravilloso mundo de Alicia.
Si el tiempo lo permite (o sea que no haya llovido ni lo esté haciendo en el momento en que hagan la visita) el palacio cuenta con un servicio de transporte que los transportará hacia la cima sin tener que hacer esfuerzo. La propuesta puede parecer atractiva, aunque en lo personal, les aconsejo que hagan el esfuerzo y lleguen hasta la entrada del palacio a pie ya que de lo contrario se van a perder las vistas más increíbles que vayan a ver.
Una vez ingresados en el recinto del palacio se encontrarán con una vegetación que nunca antes habían visto en ningún otro lugar. El olor a la hierba fresca y la leve brisa húmeda que recorre el lugar es un verdadero festín para los sentidos.
En la puerta de acceso al Palacio una mano abierta sobre el arco de estilo morisco anuncia la bienvenida y da al peregrino o visitante la idea de que será bien recibido por los anfitriones que antaño no eran otros que los reyes de Portugal (algunos de los que vivieron allí fueron María II y Fernando II - sus creadores- Pedro V, Luis I, Carlos I y Manuel II,este último, creador del estilo manuelino tan típico y diseminado en obras de arte de todo el país). Algunos le atribuyen a la mano algún sentido cabalístico, algo que no sería extraño si se tiene en cuenta que todo el palacio está diseñado con formas y colores algo extraños que, según cuentan los estudiosos del arte, encerrarían mensajes masónicos o esotéricos muy en boga en las épocas en que los reyes lo usaban de vivienda.
¿Moscú? ¿Myanmar? no, Palacio da Pena muy cerquita de Lisboa
Si bien el palacio fue construido en los años en que el romanticismo vivía sus mejores años, el buen gusto y la excentricidad llevó a que los reyes que lo mandaron a construir eligieran crear ambientes que obedecieran a diferentes estilos entre los que sobresalen claramente el neo-gótico, neo-barroco, islámico, renacentista y en gran parte el manuelino, recargado de formas, materiales y colores típicos de la cultura lisboeta así como de los azulejos árabes y coloniales, todo un icono del país. Estos balcones son un claro ejemplo de la mixtura de estilos que se pueden ver en las fachadas y en los interiores del palacio.Junto a la cúpula morisca amarilla, la torre del reloj es una de las partes más altas del palacio y desde allí se tienen vistas como estas:
1. EL COLORIDO Y EXCÉNTRICO PALACIO DA PENA: INTERIOR/DÍA
En el interior, algunos de los techos fueron construidos siguiendo los lineamientos del modernismo (en este caso podría decirse inspirado en el modernismo catalán) pero con el agregado de azulejos portugueses.
En el interior del palacio se encuentra una capilla que fue parte del antiguo monasterio de los monjes jerónimos, orden más importante de Portugal. El altar está hecho en mármol de Carrara traído de Italia (blanco y negro) y mezcla escenas del credo cristiano con otras pertenecientes a la historia del país.
Reloj de la Reina Doña María II, esposa de Fernando II (ambos promotores de la creación del palacio)
Estas paredes son otro engaño para los sentidos
Desde la terraza de la reina pude observar la grandeza de Sintra y la magnificencia del palacio. Pocas veces había estado en un lugar tan enigmático, colorido, excéntrico, misterioso, raro y clásico, todo al mismo tiempo. ¿Por qué nunca a nadie se le ocurrió filmar una película allí? ¿Por qué nadie nunca se fijó en su estética particular? con sólo imaginarme lo que podría ser aquella mole ecléctica proyectada en technicolor me dio escalofrío. Así que me guardé la mejor imagen que pude y me propuse firmemente proyectarla en mis recuerdos cada vez que las ganas de viajar me tomen por sorpresa o cuando la saudade por Lisboa apriete tanto que ni siquiera el sabor de la ginjinha me sirva para transportarme hasta ella.
DATOS ÚTILES
PARQUE DA SINTRA (PALACIO DA PENA)
Parque de Monserrate 2710-405 Sintra
Temporada alta: 9.30 a 20.00 hs
Temporada baja: 10 a 17 hs.
email: info@parquesdesintra.pt
Website: wwwparquesdesintra.pt
Cómo llegar: desde Lisboa se puede tomar un tren desde la estación del Rossío y la duración del trayecto es de aproximadamente una hora. Luego desde la estación deberán tomar un bus o un taxi hasta el casco histórico de la ciudad y desde allí ascender a pie. La otra opción es contratar una excursión de día completo con guía (la mayoría de ellas también incluyen un bonus de Cascais y las playas de Estoril). El precio aproximado de las excursiones con guía en español es de 80 euros y ,generalmente, no incluyen comidas (aunque sí la entrada al parque en la mayoría de los casos)
Donde comer: en el Palacio hay dos cafeterías y restaurantes : una en la entrada y otra frente a la terraza de la reina en el interior. Los precios son bastante razonables y una buena opción si deciden a hacer una visita de todos los ambientes del palacio, la cual obliga a una parada obligatoria, sobre todo si van en pleno invierno o en pleno verano.
ahhhhhhhhh que hermoso! bien como decis: "una gema" y esa variedad de estilos. Arte puro! Que hermoso!
ResponderEliminarHe estado hace poco y es cierto , es un lugar mágico, excéntrico y original. Me ha encantado.Y una curiosidad, en el salón árabe, comentábamos que era un trampantojo y un niño que venía detrás exclamó: ¡anda que chulo, está en 3D! Diferencias de época.
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